La misión de las editoriales universitarias

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Los libros, y demás publicaciones realizadas por un fondo editorial, reflejan la identidad, historia y misión de una universidad. Estos son el eslabón que une la cadena entre la generación de conocimiento y su divulgación, entre los productores de texto y los lectores. Asimismo, para que estos productos vean la luz, es necesario que exista un equipo profesional, una estrategia editorial y un presupuesto que permita la viabilidad de las acciones propuestas y la sostenibilidad de la editorial a mediano y largo plazo.

¿Por qué son importantes las editoriales universitarias? Aunque la respuesta parece muy obvia, quiero abordar tres aspectos que son fundamentales para poner en valor el trabajo editorial de las universidades, más allá de la mera producción.

En primer lugar, la preservación del conocimiento. Una de las misiones más intrínsecas y a la vez poética de los fondos editoriales universitarios es resguardar los saberes que se producen en la academia. Resguardar en el sentido más literal de la palabra, pues todo el catálogo publicado será preservado en diversos formatos y estará disponible para las futuras generaciones. Además, esta tarea pone en valor la riqueza académica, cultural e histórica de la universidad.

En segundo lugar, los fondos editoriales son medios de comunicación. Teniendo en cuenta que preservan el conocimiento, no es suficiente solo publicar (en el sentido técnico), sino es vital que este conocimiento llegue a un público objetivo, que viaje, que se transmita, que impulse el pensamiento crítico y que pueda generar otras ideas en cadena. Además, a diferencia de otros medios, toda la producción editorial se realiza bajo estándares de calidad que garantizan la veracidad de la información. Un libro es una gran carta de presentación para una universidad, pues muestra cómo diferentes agentes de la comunidad universitaria trabajan en equipo con el objetivo de incrementar la visibilidad del conocimiento generado en ella.

En tercer lugar, la democratización del conocimiento. Esto tiene que ver, por un lado, con el acceso abierto y cómo la sociedad accede a las investigaciones que se producen en la universidad; pero, sobre todo, cómo se hace que estas investigaciones se comuniquen de manera comprensible para un círculo que no necesariamente pertenece a la academia. Sin duda, el impacto social será positivo.

Escrito por: Lizbeth Alvarado Campos, Jefa del Fondo Editorial Cayetano